Los centros de estética en España son un sector en auge. Solo hay que ver cada vez hay más y son muchas las empresas que quieren hacerse un hueco dentro del nicho de mercado. Un sector que siempre se ha caracterizado por su profesionalización y una creciente demanda de servicios.
Ahora bien, cuando se crece tanto, también hay que tener otras cuestiones en cuenta. Por ejemplo, la responsabilidad de cumplir con una serie de requisitos legales y normativos que garantizan la seguridad, la higiene y el bienestar tanto de los clientes como de los trabajadores. Es decir, cumplir con la ley para el buen funcionamiento de todo.
Y en España este sector, afortunadamente, está muy controlado. Hablamos con Estética Versátil, una clínica estética que nos deja clara su opinión sobre este tema. “La estética es muy íntima y personal, así que siempre tenemos el mayor cuidado posible y total discreción. El propósito es valorar y atender todos nuestros casos de forma personalizada. Somos conscientes de que cada cuerpo es diferente, por ello contamos con grandes profesionales dotados de gran experiencia en el sector de la belleza”, nos explican. Unos aspectos básicos para el buen funcionamiento cómo vamos a comprobar a continuación.
Una empresa que gestiona un centro de estética debe cumplir con una serie de exigencias legales que se dividen en diferentes áreas. Por supuesto, para arrancar hay que contar con toda las licencias y autorizaciones. La típica licencia de apertura o actividad. En este caso es otorgada por el ayuntamiento correspondiente, y viene a certificar que el local cumple con las condiciones urbanísticas y técnicas.
Además, hay que realizar una comunicación previa de actividad: en algunos municipios, basta con una declaración responsable para iniciar la actividad, siempre que se cumplan los requisitos.
Por supuesto, hay que cumplir con las normativas de sanidad e higiénicas. Por ejemplo, las cabinas, utensilios y aparatos deben cumplir con todas las normas de limpieza y desinfección. Además, los empleados deben seguir los protocolos de higiene, incluyendo, como está claro, el uso de guantes, mascarillas y esterilización de materiales. Y deben existir protocolos de actuación ante accidentes o infecciones.
Titulación
Algo que se mira mucho en este sector, como es lógico, es que todos los profesionales deben estar debidamente formados. Para realizar tratamientos estéticos se exige al menos el título de Técnico en Estética o Técnico Superior en Estética Integral y Bienestar, y es que estamos poniendo en manos de estos profesionales nuestra salud, por lo tanto, tienen que estar muy capacitados.
En caso de ofrecer servicios que impliquen procedimientos más complejos, aquí podemos incluir técnicas modernas como el láser o el microblading puede requerirse formación específica y en algunos casos, supervisión médica.
Al igual que los profesionales, también se pide máxima exigencia a las máquinas con las que se trabaja. De esta manera, todos los equipos deben estar homologados y cumplir con la normativa europea (marcado CE). Además, algunos dispositivos, como pueden ser los de fotodepilación o radiofrecuencia, deben estar registrados y autorizados por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS).
Riesgos
Por supuesto, la empresa debe cumplir con la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, con evaluaciones periódicas y planes de prevención. Además, como ya te hemos indicado anteriormente, se requiere formación específica para los trabajadores sobre los riesgos de su puesto.
Además, en todas las bases de datos, se manejan datos personales y a veces información médica, por lo que se debe cumplir el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), algo que no es problema.
Radiografía del sector
Aunque los requisitos pueden parecer numerosos, la gran mayoría de los centros de estética en España cumplen con ellos de forma rigurosa y sin problemas. El sector ha avanzado mucho en términos de profesionalización y respeto por la normativa, y ahora mismo se puede decir que estamos en muy buenas manos.
Es cierto, que como decía mi abuela, siempre hay un garbanzo negro que estropea el cocido, pero normalmente no suele ser así, y este cocido siempre sabe buenísimo. Los casos esporádicos de incidencias o denuncias puntuales no deben empañar la buena imagen del conjunto del sector.
Ya sabemos que en cualquier industria pueden surgir problemas, y no por ello se deja de confiar. Aquí en España hay grandes empresas que cumplen con la normativa y que día a día realizan tratamientos de estética que dan resultado y los clientes están muy satisfechos.
En definitiva, y casi como si fuera un lema para todo este sector, los centros de estética en España no solo ofrecen belleza, sino también confianza. Esto es así.