Una relación entre un trabajador y su empresa debe estar perfectamente regulada y no contener ningún vacío legal en el que cualquiera de las dos partes pueda escudarse para incumplir con sus obligaciones. Hablamos de una relación seria, que engloba un total de 40 horas durante cada semana en el caso del empleado y que genera beneficios económicos tanto en este como en la empresa, que gracias al trabajo de esa persona garantiza su rentabilidad. El respeto debe ser una constante en este sentido y, si no se tiene, esa relación está condenada al fracaso.
Una de las medidas que se han establecido en los últimos años para hacer posible que exista ese respeto entre trabajador y empresa es el registro obligatorio de la jornada laboral. Durante muchos años han existido irregularidades en lo que tiene que ver con el horario de la gente, produciéndose un montón de horas extra que no han sido remuneradas, y también han existido momentos de absentismo laboral entre empleados. En los dos sentidos se han cometido errores y faltas a los que se les ha tenido que implementar una solución con el registro obligatorio de la jornada.
Una noticia que apareció en la página web del diario La Información indicaba que el número de horas extra había subido un 8% en España durante el año 2022, volviéndose a situar a niveles de 2009, año en el que todavía se estaba experimentando una fase inicial de la crisis económica. Imaginaos qué podía haber pasado si no existiera un registro de horas que nos permitiera o bien que nos las remuneraran o bien que nos las den como libres en otro momento, lo cual no fue posible en casi ningún caso en ese año 2009 al que acabamos de hacer referencia.
Hoy en día, es de justicia reconocer que sigue habiendo mucha gente que opera al margen de la ley. Y es que, según apuntaba una noticia publicada en la página web de El Periódico de España, la mitad de las empresas incumplían la ley del registro horario en España… y es que la proporción de horas extra no remuneradas era muy parecida en mayo del año pasado a la que existía antes de la entrada en vigor de la normativa. El hecho de que se siga permitiendo apuntar los fichajes en un papel en lugar de informatizar el proceso es, hasta donde nosotros hemos podido saber, el principal causante de todo esto. Y es que ese, el papel, es el medio más indicado para falsear el horario de trabajo.
El control del horario de trabajo es obligatorio y necesario para todas las partes implicadas en una jornada laboral. Y para que exista un cumplimiento fidedigno, la apuesta por un software de registro horario es imprescindible porque son muchas las empresas y los trabajadores de estas que, disponiendo solo de un registro de papel, no marcan las horas correctas de entrada y salida. Entre una situación como esa y la inexistencia de la ley que obliga a registrar la jornada laboral no hay prácticamente diferencia porque existe la posibilidad de seguir sin indicar la jornada real.
Más pronto que tarde, el registro horario de la jornada laboral va a tener que realizarse con softwares informáticos para que escapemos de las irregularidades que se pueden cometer apuntando las horas de entrada y salida en un papel. El aumento en la cantidad de servicios ofrecidos por Trackpeople se explica teniendo en cuenta que son muchas las empresas que consideran que ese registro informático obligatorio en el horario de la jornada va a llegar más pronto que tarde.
¿Por qué íbamos a rechazar los beneficios de la tecnología?
Hay que sacar rédito de todas las posibilidades que nos ofrece la tecnología. Y quienes se encargan de sacar adelante una determinada ley deben tener eso siempre en cuenta. Promulgar una ley no vale de nada si no tenemos los instrumentos más indicados para controlar su aplicación y la tecnología nos ayuda más que nadie para cumplir con lo que se ha plasmado en el papel. Creemos que la tendencia debe ser esta, que debe ser implantada cuanto antes y que ese es el futuro de una legislación como la del registro laboral.
Estamos convencidos de que, en cuanto esa aplicación tecnológica que estamos solicitando sea una realidad, el margen para que alguien escape de los mandatos de la ley va a ser muy reducido y que a prácticamente nadie le va a interesar saltársela. Ni que decir tiene que, si la tecnología quiere seguir demostrando su validez como lo ha hecho hasta ahora, es conveniente que se haga notar en un aspecto como el del registro horario, que es del máximo interés para la clase trabajadora.