El cambio de ventanas no es lo único que puedes hacer para aislar tu hogar.

Mucho se ha hablado en los últimos años sobre cómo cambiando tus ventanas por unas de PVC consigues aumentar el aislamiento térmico de tu casa. De esta forma, el calor es más difícil que se vaya y necesitarás menos energía para aclimatar tu casa, con el consiguiente ahorro en los recibos de gas y electricidad. Además de esta opción, existen más soluciones para aislar tu vivienda.

Los expertos hablan de que la eficiencia energética de los hogares españoles es deficiente. Necesitamos utilizar el aire acondicionado en verano y encender la calefacción en invierno a una potencia alta, para poder estar cómodos en casa.

La razón de este problema se debe a la antigüedad de las viviendas. La mayoría de las casas y pisos de nuestro país tienen más de 20 años. En el momento en el que se construyeron, la calidad de los materiales disponibles era inferior a los actuales, y tampoco había una conciencia tan acuciada de respeto por el medio ambiente y de ahorro energético. Por consiguiente, realizar reformas para mejorar la eficiencia energética de nuestra vivienda es una tarea necesaria.

Los técnicos de Crear Sur, una empresa de reformas integrales de Granada, nos comentan que para aislar nuestro hogar tenemos varias soluciones que van más allá de sustituir nuestras ventanas por unas de PVC. Muchas de estas opciones no necesitan hacer mucha obra y son más económicas de lo que pensamos.

Te hablamos de estas alternativas en el artículo.

Ventanas de PVC.

Aunque no quiero centrar el texto en este tema, es necesario dedicarle un par de párrafos para explicar porque esta es la opción más utilizada.

El periódico digital Madrid Exprés señala que las ventanas de PVC son el cerramiento más aislante, en cuanto a la temperatura, de los que disponemos en la actualidad. La razón se basa en que el PVC es un material duradero, no conductor del frío.

Los marcos de las ventanas de PVC separan por completo la temperatura que se da en el interior de las viviendas, de la que se produce en el exterior. Su eficacia se basa en el grosor de los perfiles y en las cámaras que tienen en su interior. Es totalmente aislante, algo que no sucede con las ventanas de aluminio, ya que este metal es conductor y deja pasar el frío de la calle a nuestro hogar.

Las clásicas puertas y ventanas de madera son bastante efectivas, pero requieren mucho mantenimiento. Con el tiempo no cierran bien y se van abriendo poros y grietas que terminan funcionando como fugas de calor.

Aislamiento de paredes.

El aislamiento de paredes es una parte fundamental para mejorar la eficiencia energética de una vivienda. En muchas ocasiones, es posible llevar a cabo estas mejoras sin necesidad de realizar obras costosas y disruptivas. Debes partir de que todos los muros, tanto exteriores como interiores, tienen una cámara de aire que se puede rellenar para aumentar el aislamiento de la casa.

Para aislar paredes sin obra se emplean materiales de relleno. Uno de los materiales más populares es la lana de roca, que se puede inyectar en las cavidades de la pared a través de pequeños orificios perforados en la superficie. La lana de roca es un excelente aislante térmico y acústico. Otras opciones incluyen la celulosa y el poliestireno expandido, que también se pueden inyectar. El proceso para aplicarlo es sencillo. Una vez detectada la cámara de aire, el operario abre un pequeño orificio en la pared y por medio de un compresor, insufla el material en el interior de la cavidad.

Los paneles aislantes son otra opción eficaz para mejorar el aislamiento de las paredes. Estos paneles suelen estar hechos de materiales como poliestireno expandido (EPS) o poliuretano. Se instalan directamente sobre la superficie de las paredes existentes, para minimizar la necesidad de obras. Los paneles aislantes ofrecen una alta resistencia térmica y acústica, lo que contribuye a reducir las pérdidas de calor y el ruido.

En este sentido, una opción estética y funcional para aislar paredes sin obra son los paneles decorativos aislantes. Estos paneles están diseñados para mejorar el aislamiento térmico y acústico, al tiempo que proporcionan una superficie decorativa. Se pueden instalar directamente sobre las paredes y están disponibles en una amplia variedad de estilos y acabados, lo que permite personalizar el aspecto de la habitación.

Por último, las pinturas aislantes son la solución menos invasiva. Estas pinturas contienen partículas aislantes y se aplican como una capa adicional sobre la superficie de la pared. Aunque no proporciona un aislamiento tan eficiente como los paneles y los materiales de relleno, pueden ser una opción práctica para mejorar ligeramente la eficiencia energética del hogar y reducir la pérdida de calor.

Aislamiento de techos y suelos.

El aislamiento de techos y suelos es esencial para mantener una temperatura interior confortable en una vivienda. Existen métodos y materiales que permiten mejorar el aislamiento sin necesidad de realizar mucha obra. Vamos a centrarnos, primero en los techos y después en los suelos:

  • Aislamiento de techos:

Una de las áreas clave para mejorar el aislamiento en una vivienda es el techo. Los techos mal aislados pueden provocar pérdida de calor en invierno y calor excesivo en verano. Afortunadamente, existen varias opciones para mejorar el aislamiento del techo sin realizar obras importantes.

Una de ellas son los paneles aislantes. Esta es una opción efectiva y no invasiva. Estos paneles están fabricados con materiales como poliestireno expandido (EPS) o poliuretano y se colocan en el espacio del ático o entre las vigas del techo. Los paneles aislantes aumentan la resistencia térmica y reducen las pérdidas de calor. Este método es relativamente sencillo, ya que no requiere grandes modificaciones en el interior de la vivienda.

El insuflado de aislante en el ático es otra técnica que mejora el aislamiento del techo. Se trata de esparcir material aislante, como lana de roca o celulosa, en el espacio del ático. Este proceso reduce la transferencia de calor entre el ático y el interior de la vivienda, lo que mejora tanto la eficiencia energética como el confort.

  • Aislamiento de suelos:

El aislamiento de suelos es igualmente importante. Aquí también existen métodos y materiales que permiten lograrlo sin necesidad de realizar obras significativas.

Los paneles aislantes de suelo son la solución práctica para mejorar el aislamiento en esta parte de la vivienda. Estos paneles están hechos con materiales como poliestireno expandido o poliestireno extruido y se colocan directamente sobre el suelo existente. Además de proporcionar aislamiento térmico, contribuye a reducir el ruido. Son especialmente útiles en sótanos y plantas bajas.

Una opción sencilla y estética para mejorar el aislamiento de los suelos es la colocación de alfombras y moquetas. Estos productos no solo proporcionan un aislamiento adicional, sino que añaden calidez y confort a las habitaciones. Son ideales para suelos de madera y baldosas.

En cuanto a los materiales empleados en el aislamiento de los suelos, la lana de roca y la celulosa son las opciones comunes. Estos materiales se esparcen o inyectan en el espacio entre el suelo y el techo del nivel inferior. El aislamiento del suelo con estos materiales mejora la eficiencia energética y reduce la transmisión de ruido entre los niveles de la vivienda.

Pequeñas obras aislantes.

El blog de la cadena Leroy Merlín nos comenta una serie de acciones, que puedes realizar tu mismo, para mejorar la eficiencia de tu hogar. No son grandes obras, sino pequeñas tareas de mantenimiento con las que consigues aumentar el confort en tu casa. Estas son las más destacables:

  • Aislamiento de persianas. El cajón donde se enrolla la persiana es un habitáculo hueco que está ligeramente abierto al exterior. Si no lo sellamos se puede convertir en un punto de fuga térmica. Para cerrar este cajón existen Kits preparados, fáciles de instalar, que puedes encontrar en cualquier ferretería.
  • Burletes para puertas y ventanas. Los burletes son estas almohadillas que vemos en los cierres de las puertas; en el marco y en el canto de la hoja, y que permiten un cierre más hermético. Suelen estar fabricadas con materiales textiles. Nos ayudan a retener el calor e impedir que el frío o el agua entre en la vivienda. Se distribuyen en tiras adhesivas que puede colocar o reemplazar con facilidad el usuario. Con el tiempo, terminan desgastándose, por lo que es conveniente sustituirla cuando observemos que se han deteriorado.
  • Aislamiento de puertas metálicas. Las puertas que encontramos en los garajes o en algunas dependencias de la casa, que dan al exterior, son otro punto de pérdida de calor significativo. El metal es un conductor del frío. Además, estas puertas están en contacto con el suelo, lo cual transfiere frío y humedad. Si no quieres reemplazarlas por una de PVC, existen soluciones que te pueden ayudar a mitigar sus efectos, como forrarlas con láminas aislantes de réflex o corcho y después disimularlo con alguna solución creativa.

Para aislar tu casa es importante detectar los problemas que presenta y efectuar la opción más adecuada para solucionarlo.

 

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