Mi ciudad Alcorcón tiene tradición alfarera, lo cual aparece hasta en el escudo de la ciudad. Actualmente de aquello queda poco, pasó de ser un pueblo a una ciudad de 170.000 habitantes de los alrededores de Madrid. Mi idea era montar un negocio que recuperara todo esto, alfarería de manera artesanal. Mi principal negocio era otro y esto quería tomármelo como una aventura en serio, claro está.
Mezclar tecnología y tradición
Gracias a estas cámaras termográficas y los pirómetros se ha conseguido aumentar la producción y es más fácil continuar con este trabajo artesanal que antaño hizo de Alcorcón un pueblo con hornos para el secado del barro y su cocción.
En general muchas empresas cuentan con hornos en sus fábricas, unas máquinas que trabajan calentando los materiales, haciéndolos moldeables o por diferentes razones. No hace demasiados años comprobar el estado de un material o producto que uno introducía en esos hornos no era factible.
Lo único que se podía hacer, era proceder a esperar a sacarlo de dentro de la máquina y ver si estaba hecho el trabajo esperado o no. Esto en la actualidad es posible gracias a las cámaras termográficas fijas, las cuales permiten la observación del proceso que tiene lugar en el interior de los hornos. Podríamos añadir que es una herramienta de seguridad, ya que cuenta con sensores para detectar un posible incendio o diversas mediciones, tanto en industria como en investigación.
Como no podía ser menos necesitaba este tipo de instrumento y recurrí a una empresa llamada Ibertronix, la cual descubrí gracias a su página web navegando en busca de soluciones para mi proyecto. La empresa está especializada en medir temperatura mediante sistemas de termografía y visualización en el interior de hornos.
Cada empresa tiene sus razones por las que cuentan con estos hornos en sus respectivos trabajos, las hay como las de mi amigo Felix que necesitan moldear el metal, el cual lo hay con variadas propiedades. Los productos que están fabricados con metal son de mayor dificultad a la hora de su producción, ya que no se puede crear una plancha que fabrique piezas de este tipo como si podemos hacer con otros materiales.
En el caso de mi negocio estamos realmente contentos y ha sido de gran ayuda, pues nos quitamos una preocupación y el contar con la posibilidad de saber cómo evolucionan nuestros trabajos. Son de esas inversiones que realmente merecen la pena y en las que te das cuenta que contar con este tipo de tecnología ayuda a dar un plus al trabajo que realiza la empresa.
Muchas veces somos reacios a la incorporación de la tecnología, máxime en este tipo de trabajos artesanales, pero la verdad es que si queremos combinar la tradición con la competitividad no hay mejor solución que recurrir a este tipo de “ayuditas” que permiten contar con un mayor control a las empresas que se dediquen a cualquier actividad.
Así que ya sabes, si necesitas medir la temperatura tienes una empresa que no defrauda, ni en tecnología ni en acabados.