Pocas situaciones hay más traumáticas que un divorcio. Este es un momento en que antiguos deseos y expectativas se derrumban y del que nos cuesta horrores salir. Es además una situación que crece y crece entre los españoles, que solo durante los peores momentos de la crisis económica se pensaron dos veces eso de divorciarse y gastar un capital importante en los servicios legales de abogados.
Pero el divorcio no trae únicamente consecuencias sentimentales para todo aquel que lo sufre. Este es un momento en el que también se encuentran en juego nuestras posesiones: casa, coche… Posesiones que ninguno de los dos miembros de la pareja quiere perder y por las que, por regla general, suele aumentar el nivel de las disputas.
Hace apenas un año desde que mi mujer y yo acordamos divorciarnos. No lo estábamos pasando nada bien. Ambos trabajábamos muchísimo, apenas nos veíamos y siempre que lo hacíamos terminábamos discutiendo acerca de algún tema como la educación de nuestros hijos o la repartición de las tareas relativas al hogar. Por regla general, nuestra vida se había convertido en un infierno y ambos queríamos poner fin a una etapa que catalogábamos como desastrosa en nuestras vidas.
Sin embargo, teníamos muchos asuntos que resolver. El juez tenía que dictar sentencia y decidir quién debería quedarse con la casa, el coche y con la custodia de nuestros hijos. La resolución firme fue la siguiente: la casa me correspondería a mí, los muebles y el coche a mi mujer y la custodia de los muchachos, conjunta. Una decisión que yo no me esperaba pero que me obligaría a adquirir un mobiliario completamente nuevo para mi vivienda.
A tal efecto, comencé a informarme acerca de empresas dedicadas a la venta de muebles. Mi mujer y yo, antes de casarnos, habíamos recurrido a la empresa de un conocido para amueblar la casa, pero ninguno de los dos estuvimos nunca conformes con la calidad que esos muebles supuestamente tenían. Deseando con todas mis fuerzas evitar los muebles de una empresa como aquella, me centré en la búsqueda de un mobiliario cómodo, elegante y barato.
Después de indagar varios días entre catálogos y páginas web, decidí que Círculo Muebles constituía una alternativa más que ideal. Gracias a ella podría amueblar las diferentes estancias de mi casa sin necesidad de desembolsar una gran cantidad de dinero. Con Círculo Muebles también podría asegurar la presencia de unos muebles confortables y útiles para la vivienda. Un verdadero lujo.
Una vivienda completamente diferente
Es curioso lo que el mobiliario puede hacer por una casa. Mi hogar no es que sea precisamente amplio ni lujoso, pero los muebles que adquirí gracias a Círculo Muebles lo convirtieron en una cosa completamente distinta a lo que anteriormente era.
El servicio que me ofrecieron desde la empresa, por otra parte, fue muy bueno. Apenas unos días después de hacer un pedido bastante amplio y que incluía muebles para toda la casa, tenía a mi disposición todo ese mobiliario solicitado. Listo para colocar y también listo para hacer de mi vida algo más fácil y cómodo.
Desde luego, así ha sido. Los nuevos muebles y su disposición me han permitido disfrutar a la perfección de mi hogar y encontrarle a éste un aroma del que nunca me había dado cuenta. Un ‘nuevo’ hogar que caracteriza lo que para mí significa una nueva vida. Una vida que espero comenzar a disfrutar muy pronto y en compañía, en especial, de mis hijos.
Volviendo al tema que comentaba al principio, el del divorcio, es necesario comprender que éste no solo supone el fin de algo. También es el principio de una nueva etapa en la vida que puede ser muchísimo más fructífera y feliz que la anterior. La clave consiste en no tener miedo. Superado el miedo, una inmensidad de puertas se abren para nosotros.